La llama de Focea de

La obra de Lorenzo Silva desarrolla la última aventura de los inspectores Belvilacqua y Chamorro, quienes trabajan en la investigación policial al descubrirse el cadáver de una peregrina del Camino de Santiago en la localidad lucense de Sarria.

La trama se desarrolla en dos momentos temporales principales, como 1992 y el presente, situado en 2019, aunque da continuos saltos en el tiempo a otros momentos, como el periodo anterior a 1992, con las labores de Belvilacqua como infiltrado en el mundo terrorista el País Vasco, o los sucesos relacionados con el referendum sobre la Independencia de Cataluña de 2017 y los resultados del juicio a los dirigentes políticos que lo llevaron a cabo. Todo ello aderezado con las relaciones interpersonales que se viven tanto en la unidad policial como en un nivel más privado, como las de la víctima y su padre.

Como en otras obras del autor, nada es lo que parece a priori, ya que la ardua labor policial desarrollada entre las localidades de Sarria, Barcelona, Madrid y Roncesvalles servirá para aclarar el asesinato, así como las vinculaciones del padre de la víctima con el independentismo catalán y la mafia rusa.

La trama policiaca resulta entretenida y amena, aunque en partes resulta difícil seguir el hilo debido a los continuos saltos temporales, que logran desubicar al lector. Y esta trama principal se enriquece gracias a otras dos subtramas. Una de ellas es la relativa a las amenazas y acciones del terrorismo de ETA y Terra Lliure, con sus distintas reivindicaciones independentistas, aprovechando la coyuntura de los Juegos Olímpicos de 1992 en Barcelona y los métodos para desarticular a estos grupos gracias a la coordinación entre los mandos policiales, donde el autor realiza una crítica tanto al uso del terrorismo como a las prácticas violentas de algún policía en los interrogatorios. La otra subtrama se enrique con las lecciones históricas, al explicar la historia de Castilla y Cataluña desde el siglo XV y las relaciones de esta última con el independentismo, apoyándose en autores de renombre y analizando sus obras, además de denunciar el uso sesgado de la historia y señalar la defensa que la Guardia Civil realizó de la Generalitat de Cataluña y de su presidente Companys con el estallido del golpe militar de 1936.

En definitiva, la novela, escrita para celebrar el veinticinco aniversario de la saga protagonizada por Belvilacqua y Chamorro, nos presenta a una muchacha de veinte años que realiza el Camino de Santiago para buscar las respuestas a sus conflictos familiares al mismo tiempo que el inspector protagonista comienza a despedirse de su equipo y de su vida laboral.