UN ABULENSE UNIVERSAL |
Nuestro Instituto debe el nombre a un gran filósofo, poeta y novelista estadounidense de origen español cuyo nombre completo es, Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana (1863-1952). |
Vinculación con Ávila
Jorge Santayana no nació en Ávila, sino en Madrid, el día 16 de diciembre de 1863. En Ávila no poseía raíz familiar alguna y su llegada a esta ciudad debió ocurrir durante el verano de 1866, cuando aún no había cumplido los tres años. Llegó aquí por casualidad, pues no existían vínculos hereditarios con esa ciudad antigua y nobiliar. Su padre se trasladó a Ávila porque estaba un hermano suyo y era una ciudad saludable, tranquila y barata.
La madre de Jorge, Josefina Borrás, antes de casarse con Don Agustín Ruiz de Santayana, padre de Jorge, había estado casada con un norteamericano de Boston, de cuyo matrimonio conservaba tres hijos: Susana, Josefina y Roberto. Seis fueron, por tanto, los miembros de la familia completa que se trasladó a Ávila y se instaló en un principio en una casa situada frente al Torreón de los Guzmanes, donde transcurre su infancia abulense hasta su traslado a Estados Unidos en 1872. Su madre se va a Boston y su padre se queda en Avila, pero a Jorge le manda su padre a Boston para que tenga una mejor situación familiar.
Pasó once años de su juventud soñando con volver a Ávila, hasta que, al final de su primer curso en la universidad de Harvard, su madre le concedió la oportunidad del viaje.
El lugar de residencia paterna había cambiado y Santayana, a su llegada en los primeros días de julio, debió encaminarse a esta nueva casa solitaria, sita en la plaza de Santa Ana, que a la larga se convertiría en la única propiedad inmobiliaria que el filósofo poseyó en su vida. Esta primera visita fue breve, pero realizaría una serie de visitas a esta ciudad abulense, casi siempre en veranos y a lo largo de casi toda su vida, pues sólo cesó con la muerte en ella de sus seres más próximos y queridos y a causa, también, de su avanzada edad. Otra casa abulense que se relaciona con Jorge Santayana es una que se ubica en la Plaza del Ejército, donde vivía su hermana Susana.
La última vez que Santayana está en Ávila es en el año 1930, cuando va a visitar a su hermana Josefina, la única viva que quedaba en Avila, y que poco más tarde murió. A partir de esta fecha Santayana no volvió más por Ávila. Acabó así su vinculación física con la ciudad. Su relación continuaría, sin embargo, a través de su correspondencia con la familia Sastre, descendiente del marido de Susana.
Santayana, que siempre había disfrutado más del mundo de la imaginación que del de la realidad, se había creado por fin, imaginativa y emocionalmente su propia Ávila donde morir, en retiro solitario tal y como él había imaginado mucho tiempo antes observando los últimos años de la vida de su padre.
CITAS
La vida no se ha hecho para comprenderla, sino para vivirla.
El fanatismo consiste en redoblar el esfuerzo cuando has olvidado el fin.
Los que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo.
Los amigos son esa parte de la raza humana con la que uno puede ser humano.
Nuestra adhesión a un jefe natural no es una pérdida de libertad, es el reconocimiento de que nuestras ideas tiene un ejecutor y un intérprete.
Para una idea es de muy mal agüero estar de moda, pues esto implica que más adelante estará anticuada para siempre.